Es un vino con una fuerte personalidad, aromático y con una acidez perfecta. Su carisma se extiende por la boca con elegancia y persistencia. Fruto de su juventud y sensual ballet entre las uvas Arinto y Chardonnay, el vino se revela en un pas-de-deux con platos alegres, sabrosos asados, queso o ceviche.
Mejor servido a 12ºC